Carga de un coche eléctrico en el garaje del condominio
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Instalar un punto de carga en su garaje puede ser más complicado que simplemente enchufar el cable en el enchufe. Hay varios aspectos a tener en cuenta, desde la alimentación hasta el enchufe final.
Independientemente de los motivos que lleven a un conductor a adquirir un vehículo electrificado, ya sea un híbrido enchufable o un vehículo totalmente eléctrico, este proyecto muchas veces se topa con la realidad cuando es necesario cargar periódicamente el vehículo en casa o en el edificio donde reside el conductor. Al contrario de lo que a menudo se piensa, cargar el coche en el garaje no es una tarea evidente y, en algunos casos, incluso resulta caro, por no decir imposible, debido a la capacidad energética del garaje, que normalmente sólo alcanza para alimentar la iluminación y los ascensores, todo ello en base a un sistema eléctrico que no soporta más carga.
La ley es clara: quien quiera instalar un punto de carga en el garaje del edificio podrá hacerlo, simplemente notificándolo por escrito a la administración del condominio (y al propietario de la unidad, si está alquilada). Después de 30 días, puedes proceder con la instalación del dispositivo. Sin embargo, las dificultades suelen surgir más tarde, especialmente en edificios construidos antes de 2010, cuando se hicieron obligatorias las instalaciones eléctricas para anticipar este tipo de situaciones. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2011, más de la mitad (54%) de las viviendas familiares clásicas, ocupadas como vivienda habitual, disponían de aparcamiento o garaje.
Si vives en un edificio construido antes de 2010 y eres el único de los propietarios del condominio que quiere cargar su coche eléctrico, la solución es relativamente sencilla: con un wallbox, podrás cargar tu vehículo más rápidamente y tendrás acceso a información detallada sobre los costes, lo que te permitirá saldar cuentas con la administración del condominio, para evitar que los demás propietarios paguen tu movilidad.
Los Wallbox son unidades de carga murales alimentadas por corriente alterna, en modo monofásico o trifásico, que aumentan la velocidad de suministro de energía al vehículo. Estas instalaciones deberán cumplir con los requisitos técnicos establecidos por la Dirección General de Energía y Geología (DGEG) para las áreas comunes del edificio. En el caso de una casa, las cosas pueden ser más sencillas, muchas veces bastando simplemente aumentar la potencia contratada para poder alimentar otro aparato de la casa.
Sin embargo, los problemas surgen cuando varios propietarios del condominio desean instalar un cargador en el garaje o si la mayoría de los propietarios, a través de la administración del condominio, considera que existe un riesgo efectivo para la seguridad de todos o un daño a la estética del edificio. Aún cuando es posible avanzar en un proceso que puede ser agotador e implicar largas reuniones de condominio, existe luego el importante tema de los costos, que desalienta la mayoría de proyectos de este tipo. Veamos un ejemplo práctico: en un edificio de 30 viviendas en la zona oeste de Lisboa, algunos vecinos manifestaron su interés en cargar sus coches en el garaje. Tras una inspección realizada por un técnico especializado, se concluyó que el sistema eléctrico actual del garaje no permitía tal intención.
Pasamos luego a la siguiente fase, la de analizar el proyecto de una nueva instalación eléctrica que permitiera cargar vehículos eléctricos en el garaje. En primer lugar, está la cuestión de la red eléctrica. Es posible que en varios lugares de la ciudad no haya suficiente energía para abastecer varios garajes con cargadores eléctricos, por lo que los edificios deben estar cerca de una estación transformadora, que convierte la energía de alto y medio voltaje en bajo voltaje. Si consideramos que cada una de las 30 unidades tendrá una potencia de 7 kW, se necesitan 200 kW de energía, a los que se suma la energía para los ascensores y la iluminación general, es decir, otros 200 kW. A continuación, es necesario trabajar en la nueva red eléctrica del garaje, instalando cables hasta los puntos de carga, adaptando los paneles de las columnas e instalando nuevos medidores.
El coste total fue de unos 5 mil euros por unidad (incluyendo el wallbox).
Por eso debes planificar bien la compra de tu coche eléctrico, para no tener que andar buscando un punto de carga público en tu zona y dejar tu plaza de aparcamiento vacía.
En cuanto a legislación, el Régimen Jurídico de Movilidad Eléctrica establece las reglas para la instalación de cargadores en condominios. En los edificios con plazas de aparcamiento, si se desea instalar un punto de carga, los propietarios del condominio deberán notificar dicha intención a la administración del condominio. La responsabilidad de la instalación recae en el solicitante o en la administración del condominio, si la construcción se realizó después del año 2010 o si la estación de carga va a atender a más de un condómino y esta solicitud es aprobada por las dos terceras partes de la Asamblea General del Condominio. En otras palabras, la responsabilidad de la instalación pasa a la administración del condominio sólo en dos situaciones:
Si la construcción es posterior al año 2010;
Si la estación de carga está destinada a dar servicio a más de un propietario de condominio.
Para ambos casos es obligatoria la aprobación de la Asamblea General del Condominio por mayoría de dos tercios.
De acuerdo con el artículo 29 del citado diploma, cualquier propietario, inquilino u ocupante legal de un condominio podrá, por iniciativa propia, instalar puntos de carga, siempre que informe a la Administración del condominio con la debida antelación (30 días). En este caso no es necesaria una decisión de la Asamblea de Condominios, basta informar al condominio y hacerlo por cuenta propia, cumpliendo con las normas de seguridad.
La ley no menciona el costo de la electricidad, pero el sentido común permite dos opciones: un medidor dedicado solicitado al distribuidor de energía o la separación del consumo en la factura de electricidad del condominio, solicitada también al proveedor de energía. La instalación sólo podrá denegarse en circunstancias muy especiales, en particular si están relacionadas con la seguridad del edificio, tal y como estipula la legislación.
La responsabilidad de la legalidad de la instalación recae en la Administración del Condominio, que, en caso de irregularidades de procedimiento, deberá comunicarlo a la distribuidora de energía para que la desinstale y corte el suministro o comunique el problema a través del sitio web www.e-redes.pt. Sin embargo, es importante asegurarse de que no exista autorización de la administración del condominio antes de realizar cualquier acción. ¿Qué pasa si todos los intentos fallan y el propietario del vehículo eléctrico decide pasar un cable eléctrico por la ventana? Si vives en un departamento, es probable que no puedas hacer esto sin permiso del condominio, ya que se trata de la fachada del edificio, que es un área común. Si vives en una casa, puedes hacerlo.
Independientemente de los motivos que lleven a un conductor a adquirir un vehículo electrificado, ya sea un híbrido enchufable o un vehículo totalmente eléctrico, este proyecto muchas veces se topa con la realidad cuando es necesario cargar periódicamente el vehículo en casa o en el edificio donde reside el conductor. Al contrario de lo que a menudo se piensa, cargar el coche en el garaje no es una tarea evidente y, en algunos casos, incluso resulta caro, por no decir imposible, debido a la capacidad energética del garaje, que normalmente sólo alcanza para alimentar la iluminación y los ascensores, todo ello en base a un sistema eléctrico que no soporta más carga.
La ley es clara: quien quiera instalar un punto de carga en el garaje del edificio podrá hacerlo, simplemente notificándolo por escrito a la administración del condominio (y al propietario de la unidad, si está alquilada). Después de 30 días, puedes proceder con la instalación del dispositivo. Sin embargo, las dificultades suelen surgir más tarde, especialmente en edificios construidos antes de 2010, cuando se hicieron obligatorias las instalaciones eléctricas para anticipar este tipo de situaciones. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2011, más de la mitad (54%) de las viviendas familiares clásicas, ocupadas como vivienda habitual, disponían de aparcamiento o garaje.
Si vives en un edificio construido antes de 2010 y eres el único de los propietarios del condominio que quiere cargar su coche eléctrico, la solución es relativamente sencilla: con un wallbox, podrás cargar tu vehículo más rápidamente y tendrás acceso a información detallada sobre los costes, lo que te permitirá saldar cuentas con la administración del condominio, para evitar que los demás propietarios paguen tu movilidad.
Los Wallbox son unidades de carga murales alimentadas por corriente alterna, en modo monofásico o trifásico, que aumentan la velocidad de suministro de energía al vehículo. Estas instalaciones deberán cumplir con los requisitos técnicos establecidos por la Dirección General de Energía y Geología (DGEG) para las áreas comunes del edificio. En el caso de una casa, las cosas pueden ser más sencillas, muchas veces bastando simplemente aumentar la potencia contratada para poder alimentar otro aparato de la casa.
Sin embargo, los problemas surgen cuando varios propietarios del condominio desean instalar un cargador en el garaje o si la mayoría de los propietarios, a través de la administración del condominio, considera que existe un riesgo efectivo para la seguridad de todos o un daño a la estética del edificio. Aún cuando es posible avanzar en un proceso que puede ser agotador e implicar largas reuniones de condominio, existe luego el importante tema de los costos, que desalienta la mayoría de proyectos de este tipo. Veamos un ejemplo práctico: en un edificio de 30 viviendas en la zona oeste de Lisboa, algunos vecinos manifestaron su interés en cargar sus coches en el garaje. Tras una inspección realizada por un técnico especializado, se concluyó que el sistema eléctrico actual del garaje no permitía tal intención.
Pasamos luego a la siguiente fase, la de analizar el proyecto de una nueva instalación eléctrica que permitiera cargar vehículos eléctricos en el garaje. En primer lugar, está la cuestión de la red eléctrica. Es posible que en varios lugares de la ciudad no haya suficiente energía para abastecer varios garajes con cargadores eléctricos, por lo que los edificios deben estar cerca de una estación transformadora, que convierte la energía de alto y medio voltaje en bajo voltaje. Si consideramos que cada una de las 30 unidades tendrá una potencia de 7 kW, se necesitan 200 kW de energía, a los que se suma la energía para los ascensores y la iluminación general, es decir, otros 200 kW. A continuación, es necesario trabajar en la nueva red eléctrica del garaje, instalando cables hasta los puntos de carga, adaptando los paneles de las columnas e instalando nuevos medidores.
El coste total fue de unos 5 mil euros por unidad (incluyendo el wallbox).
Por eso debes planificar bien la compra de tu coche eléctrico, para no tener que andar buscando un punto de carga público en tu zona y dejar tu plaza de aparcamiento vacía.
En cuanto a legislación, el Régimen Jurídico de Movilidad Eléctrica establece las reglas para la instalación de cargadores en condominios. En los edificios con plazas de aparcamiento, si se desea instalar un punto de carga, los propietarios del condominio deberán notificar dicha intención a la administración del condominio. La responsabilidad de la instalación recae en el solicitante o en la administración del condominio, si la construcción se realizó después del año 2010 o si la estación de carga va a atender a más de un condómino y esta solicitud es aprobada por las dos terceras partes de la Asamblea General del Condominio. En otras palabras, la responsabilidad de la instalación pasa a la administración del condominio sólo en dos situaciones:
Si la construcción es posterior al año 2010;
Si la estación de carga está destinada a dar servicio a más de un propietario de condominio.
Para ambos casos es obligatoria la aprobación de la Asamblea General del Condominio por mayoría de dos tercios.
De acuerdo con el artículo 29 del citado diploma, cualquier propietario, inquilino u ocupante legal de un condominio podrá, por iniciativa propia, instalar puntos de carga, siempre que informe a la Administración del condominio con la debida antelación (30 días). En este caso no es necesaria una decisión de la Asamblea de Condominios, basta informar al condominio y hacerlo por cuenta propia, cumpliendo con las normas de seguridad.
La ley no menciona el costo de la electricidad, pero el sentido común permite dos opciones: un medidor dedicado solicitado al distribuidor de energía o la separación del consumo en la factura de electricidad del condominio, solicitada también al proveedor de energía. La instalación sólo podrá denegarse en circunstancias muy especiales, en particular si están relacionadas con la seguridad del edificio, tal y como estipula la legislación.
La responsabilidad de la legalidad de la instalación recae en la Administración del Condominio, que, en caso de irregularidades de procedimiento, deberá comunicarlo a la distribuidora de energía para que la desinstale y corte el suministro o comunique el problema a través del sitio web www.e-redes.pt. Sin embargo, es importante asegurarse de que no exista autorización de la administración del condominio antes de realizar cualquier acción. ¿Qué pasa si todos los intentos fallan y el propietario del vehículo eléctrico decide pasar un cable eléctrico por la ventana? Si vives en un departamento, es probable que no puedas hacer esto sin permiso del condominio, ya que se trata de la fachada del edificio, que es un área común. Si vives en una casa, puedes hacerlo.